Mi nombre es Leopoldo Martinez, soy un detective, y estoy a punto de contarles el caso más raro y peligroso de mi carrera. Todo comenzó como un día normal en mi oficina, hasta que mi jefe me trajo un sobre amarillo. Este contenía un caso muy raro y peligroso.
El caso trataba sobre una sospechosa, más puntualmente una prostituta cuyos clientes desaparecían luego de estar con ella. Fui a conseguir algunas pistas. Seguí a varias prostitutas durante unos días, pero ninguna parecía sospechosa. Hasta que un día, seguí a una hasta un hotel y me subí a la terraza del edificio de enfrente, tome algunas fotos, por si ella era la sospechosa, pero me vio antes de que algún hecho delictivo sucediera, y se fue, así que las fotos que tomé, no servían para mucho.
La siguiente noche, ya frustrado de que no podía resolver el caso, fui a un bar cerca de mi oficina. Me senté en la barra y me pedí un Martini, mientras disfrutaba de este, se acercó una chica muy bonita. Hablamos un buen rato, y me preguntó si quería contratar sus servicios, a lo que yo accedí y la lleve a mi oficina. Cuando entramos, ella sacó un revólver y me dijo “Ahora te voy a contar la historia. Yo soy la sospechosa. Mis clientes no desaparecen, yo los mato. Tu jefe me contrató y me ordenó que te matara porque tenía miedo de que le robaras el puesto. Y ahora lo lamento, pero tengo que matarte…”.
Y este es el video:
Pueden reconocerse en su historia elementos provenientes del video y otros aportados por uds. Mediante esta combinación, construyen una historia sencilla que respeta las características del género policial.
ResponderEliminarEl final llega de manera abrupta y no le da mucho tiempo al lector para especular o sorprenderse al descubrir quién es el asesino.
7 (siete)